Salir a caminar sin móvil es un lujo barato. Treinta minutos bastan para bajar el volumen y volver con algo que poner sobre la mesa: tres hallazgos, una frase ajena robada al vuelo y un mapa torpe dibujado a mano. No es turismo; es mirar mejor el lugar donde ya vives.


Por qué dejar el móvil en casa (o en modo avión de verdad)

Cuando vas con el teléfono en la mano, el barrio se vuelve un fondo. Sin él, los bordes se acercan: la persiana medio subida, el zumbido del autobús que dobla la esquina, el olor a pan que sale de una puerta que jamás miraste. La atención no se “consigue”; se quita lo que la agujerea.

“No salgas a contar pasos; sal a que algo te encuentre.”


Preparación mínima (un bolsillo y una libreta flaca)

Qué llevar: llaves, un bolígrafo que pinte siempre, una libreta finita o un folio doblado en cuatro. Si te da vértigo el silencio, mete el móvil en modo avión y al fondo de la mochila.

Qué dejar: auriculares, prisa y objetivos gigantes.


Tu paseo de 30 minutos (con misiones pequeñas)

00–05′ Sal sin rumbo “productivo”. Elige una dirección cualquiera. Para arrancar, fíjate en puertas y balcones. Mira arriba, que abajo ya miramos demasiado.

05–15′ Tres misiones, una por sentido:

  • Color: encuentra un color que se repita (azul marino de puertas, verde de toldos). Anótalo con dos palabras de contexto: “Azul en persianas viejas”.
  • Olor: localiza un olor concreto (pan, lejía de portal, tierra mojada). Di dónde y a qué hora.
  • Sonido: caza un sonido preciso (rueda de carro de compra, pitido intermitente). Intenta escribirlo con onomatopeya.

15–25′ Frase ajena. Para delante un segundo al pasar junto a alguien y anota la frase literal que escuches, aunque sea mínima. No la juzgues. Es material crudo.

25–30′ Mapa torpe. En una esquina del papel, dibuja sin regla la ruta que has hecho. Marca con una X tus tres hallazgos y escribe una palabra al lado de cada X. No hace falta que cuadre: es para ti.


Ejemplo de libreta (sí, feo y útil)

COLOR → Verde botella (toldos) · Calle del Pez, 19 · 12:07  
OLOR  → Pan dulce en portal 7 (olor sale por abajo)  
SONIDO→ rrr–rrr–rrr del carro sobre baldosas  
FRASE → “Si no hay, da igual, me apaño” (mujer al teléfono)
MAPA  → [cuadro mal trazado] X (olor pan), X (carro), X (toldo oscuro)

Si te ves tentado a “hacerlo bonito”, recuerda que la libreta es un trastero, no un escaparate.


Qué haces al volver (5–10 minutos sobre la mesa)

Deja las llaves, abre la libreta y escribe un párrafo corto que junte lo que viste, oliste y oíste. No expliques nada, muestra. Termina con un objeto.

Los toldos verdes oscurecen la acera aunque el sol empuje. En el portal 7 
el pan dulce se escapa por debajo de la puerta y el carro de la compra 
dibuja su rrr–rrr–rrr como si lijara la mañana. “Si no hay, me apaño”, 
dice alguien en la esquina. En mi bolsillo, un recibo doblado.

Si quieres alargar, añade tu mapa escaneado o una foto del mapa torpe. El dibujo activa memoria donde la frase sola a veces no llega.


Antes / Después (el mismo barrio visto de otra manera)

Antes (paseo con móvil) Después (paseo sin móvil)
“He dado una vuelta.” “Tres toldos verde botella, pan dulce en el 7, rrr–rrr–rrr del carro.”
10 pestañas abiertas al volver. Un párrafo y un mapa dibujado a boli.
Fotos que no vuelves a mirar. Una frase ajena que pide un texto.

Tres colecciones que puedes empezar hoy

Puertas con historia. Apunta el color y un detalle (tiradores, golpes, notas pegadas). Una por día laboral te da una semana de material.

Mapas de olor. Marca dónde huele a pan, a café, a lejía, a tierra mojada. Los olores cuentan estaciones mejor que el calendario.

Inventario de sonidos. Escribe el barrio como si fueras técnico de sonido: ruedas, persianas, pájaros. La ciudad tiene métrica si la dejas sonar.


Objeciones reales (y respuestas terrenales)

“No puedo salir sin móvil.” Ponlo en modo avión y no lo saques. Si justo hoy esperas llamada, deja un paseo de 15 minutos con el teléfono en el bolsillo sin mirarlo.

“No encuentro nada.” Cambia de calle o mira a alturas distintas (suelo, ojos, balcones). Si nada canta, escribe eso: “Hoy todo estaba mudo menos el rrr–rrr–rrr”. Vale igual.

“Me da vergüenza anotar.” Escribe palabras sueltas. Nadie está mirando tu libreta. Y si miran, ya tienes otra frase ajena.


Plantilla de bolsillo (para llevar doblada)

PASEO (30') · SIN MÓVIL
Color repetido: _____________________  Lugar: ____________  Hora: _____
Olor concreto: ______________________  Lugar: ____________  Hora: _____
Sonido preciso (onomatopeya): _________________________________________
Frase ajena literal: “________________________________________________”
Mapa torpe: [dibuja y marca 3 X]

Cierre

Una ciudad que conoces puede volver a presentarse si bajas la voz del mundo. Con media hora, tres hallazgos y un mapa torpe, tu barrio deja de ser un pasillo y se convierte en un escenario propio. Si sales hoy, cuéntame abajo tu color, tu olor y tu sonido. Te leo.

© 2025 · Escritura Sin Piedad · Serie “Septiembre, menos épica y más útil”.