El encabalgamiento no es un truco: es una decisión rítmica y de sentido.
Cortar el verso donde “no toca” puede crear tensión, ironía, doble lectura o simplemente respirar mejor. Pero si cortas a ciegas, el poema tropieza. Aquí tienes una guía con 12 cortes útiles, 8 errores típicos, una metodología de prueba con metrónomo (60–72 BPM), ejercicios y una plantilla para revisar tus textos.
1) Qué es, en serio, el encabalgamiento
Es romper una unidad sintáctica al final de un verso para que se complete en el siguiente. La gracia no está en romper, sino en qué sentido regalas al lector en el borde del corte y cómo lo resuelves después.
Regla mental: corte = promesa. El siguiente verso tiene que cumplirla o traicionarla a propósito.
2) Anatomía de un buen corte
Elemento | Qué miras | Qué se siente | Señal para el lector |
---|---|---|---|
Ritmo | ¿Cabe en 1–3 compases a 60–72 BPM? | Tensión respirada | Pausa de 1 click (a veces 0,5) |
Sentido | ¿La palabra cortada “pide” remate? | Curiosidad / empuje | Unidad semántica se completa después |
Imagen | ¿El borde deja una imagen viva? | Eco | Final en sustantivo/verbo preferible |
No existe policia del corte. Pero sí lectores con oído.
3) 12 cortes que funcionan (con ejemplos)
Nota: Los ejemplos son originales y están pensados para verso libre con pausa de 1 click entre líneas.
3.1 Corte tras verbo de acción (promete movimiento)
Empujo la ventana y la ciudad entra
como un perro mojado.
Por qué funciona: el verbo fuerte en el borde tira del siguiente verso.
3.2 Corte tras sustantivo cargado (deja imagen colgando)
Traigo pan y silencio para esta mesa
que aún huele a domingo.
3.3 Corte después de comparativo (abre expectativa)
Hoy el río suena más grave
que el miedo de mi padre.
3.4 Corte irónico tras adjetivo inesperado
Nos despedimos con una educación férrea
de no tocarnos nunca.
3.5 Corte en preposición ambigua (resuelve con imagen fuerte)
Me quedo con
la llave que muerde el bolsillo.
Riesgo: abuso de preposición al borde. Úsalo con moderación y remate potente.
3.6 Corte tras conjunción que reubica (y/pero/como)
Te llamo, pero
se me queda el timbre en los dientes.
3.7 Corte con guion largo — pausa con tensión
La calle promete —
otro charco con tu nombre.
3.8 Corte en enumeración con ritmo 2–3–2
Pan, sal
y una esquina de manta.
3.9 Corte de imagen a reacción (show → feeling)
La farola parpadea tres veces
y el pecho me devuelve el gesto.
3.10 Corte de marco a detalle (zoom in)
Invierno en la casa
y un calcetín sin pareja en la estufa.
3.11 Corte de detalle a giro (subversión suave)
La taza rajada sirve
para medir cuánta prisa traemos.
3.12 Corte de voz a silencio (deja eco con punto)
Te digo ven.
La puerta entiende primero.
4) 8 cortes que conviene evitar (o justificar mucho)
Corte flojo | Señal | Arreglo |
---|---|---|
Artículo al borde (“el”, “la”, “los”…) | Sensación de coitus interruptus sin sentido | Sube el sustantivo al borde; el artículo acompaña |
Preposición débil (“de”, “a”) repetida | Ritmo cojea; expectación artificial | Deja preposición fuerte (“con”, “contra”) o reescribe la frase |
Adverbios en -mente | Peso muerto al final de línea | Cambia por verbo preciso o corta el adverbio |
Verbo “ser/estar” sin carga | Plano, explicativo | Verbo de acción + imagen (“tiembla”, “muerde”) |
Rimas accidentales por corte | Canta el verso sin querer | Cambia una palabra o reubica el corte |
Corte idéntico en todas las líneas | Monotonía | Alterna finales: verbo/sustantivo/imagen/guion |
Encadenar tres cortes de preposición | Laberinto sin premio | Usa solo uno y remata con sustantivo potente |
Explicar el corte en el verso siguiente | Se cae el misterio | Resuelve con imagen, no con explicación |
5) Metodología de prueba (10 minutos por poema)
- Lee en voz alta a 60–72 BPM. Marca con / donde tu pulmón pide corte.
- Reescribe el poema colocando esos cortes. Evita artículos/preposiciones débiles al borde.
- Versión B: desplaza 1–2 cortes a después del verbo/sustantivo clave.
- Compara: qué versión te da más tensión sin perder claridad.
- Página: aplica sangría de continuación (6–8 mm) en líneas vueltas. El lector debe ver que es la misma línea.
6) Taller guiado (paso a paso con ejemplo)
6.1 Borrador sin cortes pensados
Hoy la lluvia cae deprisa y yo no encuentro mi gorro
el semáforo tarda mucho y pienso que el día
se me hizo mayor de golpe en el bolsillo
donde guardo dos monedas y una cita aplazada
6.2 Identificar nodos (verbo/sustantivo potentes)
Potentes: cae · semáforo · tarda · hizo · bolsillo · monedas · cita
6.3 Versión con cortes útiles (2–3 compases, pausa 1 click)
Hoy la lluvia cae
y yo no encuentro el gorro.
El semáforo tarda
como si la mañana no supiera cruzar.
Se me hizo mayor el bolsillo:
dos monedas y una cita aplazada.
6.4 Ajuste final (eco y contraste)
Hoy la lluvia cae
y yo no encuentro el gorro.
El semáforo tarda
— la mañana no aprende a cruzar.
Se me hizo mayor el bolsillo:
dos monedas / la cita aplazada.
Un guion largo introduce tensión; la barra marca microcorte visual si decides usarla como recurso gráfico.
7) Ejercicios (20 minutos)
- Lista con trampa: escribe 6 versos con sustantivo al borde. Luego conviértelos en verbos. Compara la energía.
- Preposición salvable: corta tras “con” o “contra” y remata con imagen inesperada.
- Giro en adjetivo: termina en un adjetivo poco usado (“áspero”, “vacío”), y que el siguiente verso corrija o precise.
- Metro fantasma: a 72 BPM, haz estrofa 2–3–2 con pausa regular. Luego rompe una pausa y mira el efecto.
8) Encabalgamiento y maquetación (no lo arruines en la página)
- Bandera izquierda: evita justificar; crea ríos y muda acentos.
- Línea vuelta: sangría de continuación (6–8 mm). La vuelta no es verso nuevo.
- Blancos: tras clímax (corte muy cargado + imagen), deja más aire antes de la siguiente estrofa.
9) Lista de revisión (marca antes de darlo por bueno)
- Al menos 2 cortes aportan tensión/ironía/respiración.
- Ninguna línea termina en artículo o preposición débil (salvo efecto buscado).
- Varío finales (verbo/sustantivo/guion/imagen).
- El ritmo cabe en 1–3 compases por verso sin ahogo.
- La línea vuelta está marcada con sangría coherente.
10) Problemas comunes y arreglos en 2 minutos
Problema | Se nota por… | Arreglo |
---|---|---|
Tropiezos en lectura | Pérdida de aire a mitad | Quita bisagra o desplaza el corte al verbo/sustantivo |
Plano/explicativo | Finales en “es/está” | Verbo de acción + imagen sensorial |
Canta sin querer | Rima en bordes consecutivos | Cambia una palabra o alterna longitud |
Demasiados cortes “inteligentes” | Barroquismo | Deja 1–2 cortes estrella y limpia el resto |
11) FAQ rápidas
¿El encabalgamiento sirve en poemas muy cortos?
Sí. Un único corte bien puesto puede sostener todo el texto.
¿Y si quiero cortar tras “de” o “a”?
Hazlo solo si el verso siguiente remata con una imagen inesperada que “pague” la espera.
¿Se puede encabalgar estrofas?
Sí, dejando el sentido abierto al final de una estrofa y resolviendo en la primera línea de la siguiente. Úsalo con blancura suficiente.
12) Cierre
Encabalgar es cincelar: decides dónde respira el lector y cómo cae la luz sobre cada palabra.
Con dos o tres cortes afinados, tu poema gana tensión y claridad sin gritar. No es cuestión de moda,
sino de oído. Practica una semana con tus textos y verás cómo cambia el pulso.
Un buen corte promete, un mejor remate cumple. El resto es aire bien puesto.