Reescribir no es borrar lo vivo: es quitarle el polvo.
Muchos poemas se quedan a medio centímetro de ser publicables por miedo a “matar la chispa”. La solución no es una cirugía a corazón abierto, sino una edición por capas, fina y ordenada, que te permita pulir sin desangrar el texto.
Aquí tienes un método en 7 capas + tres pasadas finales, con ejemplos, plantillas, errores típicos, tiempos orientativos y una sesión completa de trabajo de 45–60 minutos. Está pensado para verso libre, pero funciona también si
usas formas métricas contemporáneas.
0) Preparación (5 minutos)
- Imprime o duplica el archivo. Trabaja sobre copia (tu yo futuro te lo agradecerá).
- Lee en voz alta una vez sin tocar nada. Señala solo lugares donde te falte aire o te tropieces.
- Decide intención en una frase: «poema de espera bajo lluvia» / «despedida sin drama».
Sin una brújula, editar es mover muebles a oscuras.
1) Capa de sentido: ¿de qué va esto exactamente? (8–10 min)
La primera pasada no toca música, ni imagen. Solo sentido y dirección.
- Subraya la frase núcleo (la que dirías a un amigo sobre el poema).
- Marca con ? versos que no empujan hacia esa frase. ¿Sobran? ¿Confunden?
- Reescribe 1–2 versos para que el hilo se entienda: sujeto, acción, consecuencia.
Antes | Después | Qué hicimos |
---|---|---|
“La tarde larga se queda como un perro” |
“La tarde —larga— se sienta como un perro” | Verbo concreto (se sienta) aclara el gesto |
“No pasa nada, o sí” | “No pasa el bus — y eso basta” | Del abstracto al detalle que explica el “sí” |
2) Capa de estructura: orden y aire (6–8 min)
Aquí decides bloques, saltos y colchones (versos de respiro). Piensa en el lector, no en la pantalla.
- Agrupa por unidad de imagen. Un bloque = una escena/sensación.
- Tras un pico emotivo, mete verso colchón (7–9 palabras) o línea en blanco.
- Evita estrofas gigantes si el contenido es delicado: el lector necesita respiro.
ANTES
[10 versos sin saltos sobre lluvia + pérdida]
DESPUÉS
Bloque 1 (lluvia · 5 v)
Bloque 2 (espera · 3 v) — colchón
Bloque 3 (pérdida · 4 v) — blanco amplio
3) Capa de música: ritmo y respiración (8–10 min)
El verso libre late. Controla el pulso con una regla simple: 60–72 BPM, verso de 1–3 compases, pausa de 1 click entre líneas (a veces 2). Lee con metrónomo o contando 1–2–3–4
.
- Si te ahogas, quita una bisagra (“muy”, “que”, “solo”).
- Si el verso cae brusco, usa encabalgamiento controlado y resuelve en el siguiente.
- Varía longitudes: escalera 2–3–2 compases, y vuelve a 2 para cierre.
Plano → “La calle mojada brilla y no para”
Pulso → “La calle mojada cruje. No para.”
4) Capa de imagen: sensorialidad útil (7–8 min)
Mezcla sentidos con intención (sinestesia) y añade detalle tangible.
- Una imagen por verso (máximo): evita collares de adjetivos.
- Si repites color/olor, cambia dos por sinónimos/inversión sensorial.
- Incluye temperatura, textura o movimiento al menos dos veces en el poema.
Tibia | Más viva |
---|---|
“El café caliente” | “Café espeso que muerde la lengua” |
“Luz amarilla” | “Amarillo diésel temblando en la farola” |
5) Capa de poda: 10 % menos (5–7 min)
Recorta entre un 8 y 15 % de palabras. Lo que quitas abre ventana.
- Barre adverbios obvios (realmente, totalmente) y intensificadores huecos.
- Si “muy” no cambia el sentido, se va. Si “solo” es muleta, se va.
- Prefiere verbo fuerte + objeto a perífrasis con “ser/estar”.
“Está muy cansado” → “Se deshace en la silla”
“Fue muy rápido” → “Reventó la puerta”
6) Capa de coherencia: tiempos, personas, léxico (4–6 min)
Comprueba que no cambies de tiempo verbal sin motivo ni saltes de “yo” a “nosotros” por accidente.
- Si cambias la voz, señalízalo con salto o aparte.
- Unifica registro (callejero vs. culto). La mezcla puede funcionar si es intencional.
- Caza repeticiones involuntarias (color, verbo). Reescribe 1 de cada 3.
7) Capa de signos: puntuación al servicio del aliento (4–6 min)
Puntuación = pedal de freno. Úsala para marcar respiración y sentido.
- Coma = medio click de pausa; punto = 1 click; guion largo — pausa con tensión.
- Evita comas tras cada verso si ya hay salto de línea.
- Si usas mayúsculas sistemáticas/minúsculas, sé consistente y justifícalo por tono.
8) Tres pasadas finales (microedición) (8–10 min)
- Lectura ciega: lee en voz alta sin mirar signos (tapa medio verso con una regla). Marca tropiezos.
- Prueba de papel: imprime. El ojo detecta ruidos que la pantalla perdona.
- Descanso: 12–24 h. Vuelve y corta una palabra más donde estorbe.
9) Caso completo: del borrador al final
9.1 Borrador (120 palabras)
La calle mojada brilla muchísimo, parece como un espejo roto,
y camino deprisa porque tengo frío y la noche se me mete en los dedos
como si fuera agua, pero no quiero decir eso,
quiero decir que hoy no pasaron cosas importantes,
o sí, o a lo mejor solo no las he visto,
y el semáforo tarda tanto que las manos me tiemblan
y el café de la esquina huele como siempre,
igual que todos los cafés de siempre,
y la farola de la mitad de la calle está parpadeando
con esa luz amarilla que no es bonita pero tranquiliza un poco
y pienso que quizá lo que espero ya pasó y no me di cuenta
porque iba mirando el suelo para no resbalar
y también porque llevo demasiadas cosas en la cabeza
y el perro de la vecina vuelve a ladrar cuando paso
y me mira como si supiera algo que yo no sé.
9.2 Capas aplicadas (resumen de cambios)
- Sentido: “espera sin suceso” → foco: esperar que pase algo que quizá ya pasó.
- Estructura: 3 bloques (calle · semáforo · conclusión).
- Música: 2–3 compases por verso, pausas claras, un encabalgamiento.
- Imagen: olor café, farola diésel, frío que muerde.
- Poda: -27 % de palabras; fuera muletillas.
9.3 Versión final (≈ 82 palabras)
La calle mojada cruje. Camino con el frío en los nudillos.
El espejo roto del asfalto me devuelve — nada.
El semáforo tarda. El café huele a siempre —
un diésel amarillo tiembla en la farola.
Quizá lo que espero ya pasó
mientras miraba el suelo para no caer.
El perro de la vecina ladra como si supiera.
Guardo la mano en el bolsillo.
Algo muerde la llave.
La noche no entra; se sienta.
Respira, concreta, deja eco. La emoción es la misma; la lectura, más limpia.
10) Sesión completa de 45–60 minutos (paso a paso)
Minuto | Tarea | Salida |
---|---|---|
0–5 | Lectura en voz alta + intención | Frase brújula |
5–15 | Capa 1 (sentido) | Versos confusos marcados y reescritos |
15–23 | Capa 2 (estructura) | Bloques y colchones |
23–33 | Capa 3 (música) | Pulso 60–72 BPM estable |
33–41 | Capa 4 (imagen) | Dos sensoriales potentes |
41–48 | Capa 5 (poda) | -10 % palabras |
48–54 | Capas 6–7 (coherencia + signos) | Voz y puntuación consistentes |
54–60 | Tres pasadas finales | Versión lista para reposo/publicación |
11) Lista de revisión (marca antes de publicar)
- Puedo decir el poema en una frase.
- Hay bloques claros y un colchón tras el pico.
- Al menos dos imágenes sensoriales vivas (no cliché).
- Ritmo estable en voz alta (no me ahogo).
- He recortado ≥ 8 % de palabras sin perder sentido.
- No hay muletillas (“muy”, “solo”, “como que”).
- Puntuación marca respiración, no maquila versos.
12) Problemas comunes y soluciones en 2 minutos
Problema | Se nota por… | Arreglo rápido |
---|---|---|
Verso plano | Mucho “ser/estar” | Verbo de acción + detalle sensorial |
Empacho de metáforas | Dos imágenes por línea | Deja una y guarda la otra para más adelante |
Ritmo irregular | Tropiezos en las mismas zonas | Quita bisagra o corta en encabalgamiento y resuelve |
Final débil | Última línea “explica” | Corta la explicación y deja el gesto |
13) FAQ (rápidas)
¿Cuántas capas son “correctas”?
Las que necesite tu poema. Siete te ordenan; a veces con cuatro basta.
¿Se puede editar sin imprimir?
Sí, pero la prueba en papel descubre ruidos que la pantalla disimula.
¿Y si al recortar pierdo la voz?
La voz está en tus elecciones, no en las muletillas. Corta con intención.
14) Cierre
Editar por capas te quita ansiedad: no tienes que arreglarlo todo a la vez.
Primero entiendes de qué va; luego le das forma; por último, afinas la música
y la imagen. Así no matas el poema: lo dejas respirar.
Si hoy aplicas el método a una pieza, mañana tendrás una voz más clara
y una página más limpia. Escribir es volver a escuchar.
Reescribir no es dudar de ti: es confiar en tu oído.